Se necesita fuerza para ser firme, pero se necesita valor para ser amable. Hace falta fuerza para defenderse, pero también hace falta valor para bajar la guardia. Hace falta fuerza para ganar una guerra, pero hace falta valor para rendirse.
Hace falta fuerza para tener razón, pero hace falta valor para dudar. Hace falta fuerza para mantenerse en forma, pero hace falta valor para mantenerse en pie. Hace falta fuerza para sentir el dolor de un amigo, pero hace falta valor para sentir tus propios dolores.
Hace falta fuerza para ocultar los propios males, pero hace falta valor para mostrarlos. Se necesita fuerza para soportar el abuso, pero se necesita valor para hacer que se detenga. Hace falta fuerza para estar solo, pero también hace falta valor para pedir apoyo.
Hace falta fuerza para amar, pero hace falta valor para ser amado. Hace falta fuerza para sobrevivir, pero hace falta valor para vivir.
Si sientes que te falta la fuerza y el valor, que Dios te conceda que el mundo te abrace hoy con su calor y su amor. Y que el viento te lleve una voz que te diga que hay un amigo, que vive al otro lado del mundo, deseándote lo mejor y que, sobre todo, seas muy feliz.