Pasan los años, pasan los cumpleaños y eres más bella cada día, cada minuto, iluminando el mundo con el brillo de tu alegría y mejorando cualquier ambiente con los efectos mágicos de tu sabiduría y serenidad.
Quiero que sepas que estoy muy orgullosa de tener una abuela tan atenta, tan presente y participativa, siempre con buenos consejos para instruirme y guiarme, siempre con el regazo listo para darme la bienvenida en mi abrazo, siempre dispuesta a dedicar todo el cariño del mundo para los demás.
¡Eres un gran ejemplo de vida y dignidad, y espero alcanzar tu edad con esta misma lucidez, con una mente tan iluminada como la tuya y con un corazón lleno de generosidad, como la tuya!
¡Que esta fecha se repita una y otra vez y sea siempre muy feliz, porque la mejor abuela del mundo merece ser feliz todos los días y no solo en su cumpleaños! ¡Que cada mañana conserve los aromas, sabores y brillo típicos de los soles de primavera para usted!